Ir al trabajo en bicicleta – Consejos para empezar de la mejor manera

Como ir al trabajo en bicicleta, consejos para lograrlo

¿Por qué cambiar de cuatro a dos ruedas?

Todos hemos experimentado un viaje agotador en algún momento, llegando a nuestro destino sintiéndonos nerviosos y agotados. Horas atrapadas en el tráfico, luchando por el ultimo hueco para aparcar, y sin mencionar los costos de combustible y estacionamiento; o peor aún, zonas cerradas al tráfico; a veces los coches pueden parecer más bien un obstáculo que una ayuda, especialmente en los desplazamientos por la ciudad.

Aquí es donde la humilde bicicleta ocupa un lugar central, eludiendo fácilmente estas luchas y al mismo tiempo ofreciendo una gran cantidad de beneficios para la salud, económicos y emocionales. Sí, la idea de hacer “el cambio” puede parecer intimidante, especialmente en un entorno centrado en el automóvil, pero para la mayoría de las personas, el cambio de cuatro a dos ruedas es muy positivo.

Las bicis eléctricas son la mejor opción

Las bicicletas eléctricas son la opción ideal de pedalear rápidamente lejos del estrés; no llegarás exhausto ni sudoroso, superarás incluso las subidas empinadas de tu ruta sin ningún esfuerzo. Si aún quieres hacer ejercicio, puedes desactivar el motor y pedalear o seleccionar un nivel mínimo de asistencia al pedaleo, pero con esfuerzo limitado

13 consejos para ir en bicicleta al trabajo

Sigue nuestros sencillos consejos para integrar una eBike en tu rutina de ir de casa al trabajo; Conoce tu bicicleta y su funcionamiento, aumenta tu confianza con el tiempo y serás un ciclista experto en bicicletas eléctricas antes de que te des cuenta.

1. Comienza poco a poco

Fíjate una meta alcanzable: por ejemplo, comienza con solo dos días a la semana yendo al trabajo en bicicleta, pero no hagas un cambio inmediato y radical.

Muchas veces cuando queremos cambiar rutinas lo hacemos con mucho entusiasmo y abrupto, pero a veces así nos ponemos un estrés adicional que al final haga que lo dejamos. Haz que disfrutes de este cambio.

2. Prepárate:

La confianza va de la mano con sentirse preparado, especialmente cuando sales a las calles de la ciudad por primera vez. Un casco, un equipo reflectante, la autonomía de la bicicleta al 100% y un candado para bicicleta te harán sentir seguro tanto montando en tu bici eléctrica como dejándola aparcada.

3. Planifica tu ruta:

Explora tu ruta el fin de semana sin presión de tiempo y cuando hay menos tráfico. Descubre qué caminos te gustan más, tal vez hay un carril bici que nunca antes habías notado y que puedas coger con solo hacer un pequeño desvío… a veces la ruta más directa no es la mejor opción; las calles laterales menos concurridas pueden ser la opción ideal

4. Comienza en compañía:

Si es posible, comparte el viaje con un colega o amigo. Comenzar algo nuevo junto con alguien y compartir las experiencias con eBike, incluso si no estáis recorriendo la misma ruta, os mantendrá entusiasmados con vuestra nueva forma de moveros. Alternativamente, busca grupos ciclistas en tu zona y conoce a tu comunidad ciclista local.

5. Selecciona la bicicleta adecuada

Elige una bicicleta que se adapte a las condiciones urbanas. Bicicletas como las fixie/single-speed, commuter, plegables o urbanas eléctricas son ideales para la ciudad. Evita las mountain bikes pesadas con cubiertas de montaña y suspensión, ya que pueden resultar ineficientes en entornos urbanos.

6. Prepárate para imprevistos

Lleva siempre contigo un kit de reparación de pinchazos, un inflador portátil y una llave multi-herramientas para solucionar problemas mecánicos menores. Además, revisa el pronóstico del tiempo y lleva un chubasquero plegable para protegerte de la lluvia inesperada.

7. Asegúrate de ser visible

Utiliza luces delanteras y traseras, especialmente durante la noche o en condiciones de baja visibilidad, para asegurarte de que otros conductores y peatones puedan verte. Considera el uso de elementos reflectantes en tu bicicleta, mochila o ropa para mejorar tu visibilidad.

8. Hazte oír

Asegúrate de que los peatones y otros vehículos puedan oírte. El uso de un timbre no solo es obligatorio en muchas áreas urbanas, sino también extremadamente útil para alertar a peatones y otros ciclistas de tu presencia, especialmente en situaciones donde pueden no verte.

9. Usa casco

Aunque no sea obligatorio en todos los contextos urbanos, llevar casco es altamente recomendable. Un accidente menor puede resultar en lesiones graves si no proteges tu cabeza. El casco puede ser tu mejor aliado en caso de caídas o colisiones inesperadas.

10. Respeta las señales de tráfico

Como ciclista, es crucial adherirse a las normas de tráfico para mantener la seguridad y la armonía en la vía pública. Esto incluye respetar semáforos y señales, ceder el paso cuando es debido, utilizar el carril bici si está disponible, y nunca adelantar por la derecha. Indicar tus maniobras con antelación también contribuye a evitar accidentes.

11. Mantente en el centro del carril cuando sea necesario

Aunque puedas sentir la presión de moverte hacia el borde del camino, ocupar el centro del carril en ciertas situaciones puede prevenir accidentes, como el impacto con puertas de coches que se abren repentinamente.

12. Minimiza la sudoración

Para evitar llegar al trabajo demasiado sudado, mantén un ritmo moderado y sal con suficiente antelación para no tener que apresurarte. Considera opciones alternativas al uso de mochilas, como alforjas o cestas, para transportar tus pertenencias sin incrementar la sudoración. Si es posible, lleva una muda de ropa o consulta sobre la disponibilidad de duchas en tu lugar de trabajo.

13. Asegura tu bicicleta adecuadamente

Dado el riesgo de robo, invierte en un buen candado en forma de U, que es uno de los más seguros y fáciles de transportar. Para una seguridad adicional, combina el candado con una cadena que asegure tanto el cuadro como las ruedas. Considera también el uso de tuercas antirrobo para evitar llevar candados adicionales.

Motivos para ir en bicicleta al trabajo

Ir en bicicleta al trabajo no solo representa una alternativa de transporte, sino que también ofrece múltiples beneficios tanto personales como colectivos:

1. Fomento del ejercicio físico: La actividad física regular es crucial para mantener una buena salud física y mental. Pedalear al trabajo cumple con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado diariamente. Montar en bicicleta tonifica y fortalece las piernas y el tronco inferior, además de ser un excelente desestresante.
2. Contribución a la sostenibilidad: La bicicleta es un medio de transporte ecológico que no emite gases contaminantes, contribuyendo así a la reducción de la contaminación en las ciudades. Si cada ciudadano europeo utilizara la bicicleta al nivel de Dinamarca, se podría lograr una reducción significativa en las emisiones de CO2 derivadas del transporte.
3. Economía de tiempo y dinero: En comparación con el automóvil, especialmente durante las horas pico, la bicicleta permite un desplazamiento más ágil y eficiente, evitando atascos y dificultades para aparcar. Esto se traduce en un ahorro considerable de tiempo y recursos económicos destinados a combustible y mantenimiento vehicular.
4. Mejora cognitiva: La actividad física, como la bicicleta, activa nuestros sentidos y mejora nuestras capacidades cognitivas, incluyendo la memoria y el aprendizaje. Además, el contacto con el aire libre y la necesidad de estar atentos al entorno estimulan la creatividad y el bienestar mental.
5. Contribución a la mejora urbana: El incremento del uso de la bicicleta en la ciudad promueve un entorno más limpio y sostenible, reduciendo la congestión vehicular y la contaminación. Además, la bicicleta permite redescubrir y disfrutar la ciudad desde una perspectiva diferente, fomentando un cambio positivo en el entorno urbano y estimulando a otros a unirse a esta modalidad de transporte.